miércoles, 30 de marzo de 2016

Sobrevivir al "todos en casa"

¡Hola a todos!

La Semana Santa acabó y todos volvemos a la rutina. A pesar de que yo no haya tenido vacaciones de pascua (según mi preparador las agoté en verano después del examen) también he vuelto a la rutina. Y he vuelto a la rutina porque los demás también lo han hecho.

Vuelvo a estar sola para estudiar (nunca antes había apreciado tanto la soledad). Estos cinco días de fiesta (aquí el lunes fue festivo) se me han hecho muy cuesta arriba. Mi horario ha sido el de siempre pero la concentración decidió irse de vacaciones. Y no porque no quisiera estudiar, sino porque en casa estábamos todos. Y aunque es verdad que respetan mis horarios, es inevitable oírles hacer sus cosas.

Unos entran, otros salen. Suena el teléfono, la tele encendida. La aspiradora en su máximo esplendor, arreglar el armario,etc.

Acostumbrada al silencio absoluto o casi absoluto cuesta concentrarse con ese murmullo que se oye a lo lejos. Para ello, en los momentos que menos concentración tenía he usado tapones. Pero cuando los llevo usando un rato me molestan, me molesta oírme a mí misma. Me pregunto cómo he sido capaz de usarlos durante la carrera. Supongo que me he vuelto más quisquillosa con algunas cosas.

Como ya sabéis canto los lunes, pero al ser festivo el preparador me pasó el cante para ayer martes. ¡Oh no! ¿Por qué no me habrá dicho de acumular dos semanas sabiendo que cuesta estudiar con tanta gente en casa? Menuda faena. En el momento en que me dijo que cantaba el martes entré en pánico, sabía que no iba a salir un buen cante a pesar de haber estudiado las mismas horas. En este caso era una cuestión de calidad y no de cantidad.

Bueno, pues ayer martes me presenté en la notaría temiendo que me cayera una buena regañina por parte del preparador. Después de varias semanas de muy buenos cantes, me fastidiaba fastidiar esa buena racha. Así que nada, respiré hondo y que fuese lo que tenía que ser, ya le diría que había tenido mala semana.

Después de decirle los temas que llevaba, va y me pide el peor tema que llevaba, el que más artículos tiene (bravo, seguro que lo ha hecho queriendo). Tragué saliva y me dispuse a hacer mi esquema. Que salga lo que tenga que salir.

Canté mi tema y al finalizar me sorprendí a mí misma. El tema había salido mucho mejor de lo que me esperaba. No se notaba que había pasado mala semana. A pesar de las correcciones del preparador yo estaba contenta, muy contenta. Cante superado, semana superada y eso significa empezar la semana nueva con ganas.  Al salir de la notaría pude decir que yo ¡he sobrevivido al todos en casa!

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

sábado, 26 de marzo de 2016

Obsesiones opositoriles

¡Hola a todos!

Cuando empecé a opositar me avisaron de la posibilidad de desarrollar algún tipo de obsesión/amor súper fuerte por ciertas cosas que piensas que no puedes pasar sin eso porque es híper mega ultra necesario. Menuda tontería pensé yo. En todos mis años como estudiante, nunca he tenido esas obsesiones de las que me hablaban. Siempre he utilizado lo que necesitaba y no más.

Pues bien, hace unos días, el fin de semana pasado para ser exactos, me di cuenta de que sí había desarrollado una de esas obsesiones. Hasta entonces no había sido consciente de que cada vez que salgo a la calle y paso por alguna tienda voy en busca de lo mismo.

Y de qué son esas obsesiones os estaréis preguntando, pues ni más ni menos que de libretas y tazas con mensajes motivadores, positivos y que me den ese empujoncito a lo largo del día cuando las fuerzas empiezan a flaquear.

Como os decía, al principio de opositar pensaba que era una soberana tontería eso de querer coleccionar cosas como libretas con mensajes ¿cuántas realmente se necesitan para memorizar temas? Pensaba que la persona que desarrollaba esa obsesión no estaba bien de la cabeza (siempre he oído que los opositores acabamos con alguna "tara o desequilibrio mental" debido a tantas horas de estudio). Yo no sé si serán los años que llevo de oposición o si es que realmente me estoy volviendo loca pero reconozco que tengo cierta tendencia a comprar cosas con frases motivadoras.

El ejemplo que os pongo y con el que me he dado cuenta de mi “tara” son las libretas, los bolis y las tazas. El fin de semana pasado lo pasé fuera de casa y fue visita obligada a cierta tienda que aquí no hay y que tiene cosas chulísimas. Que qué es lo que compré. Premio al que lo adivine.

Sí, efectivamente, muy bien, compré una taza y una libreta, lo mismo que compré en la misma tienda hace unos meses cuando estuve en esa misma ciudad. La reacción de mi madre fue, ¿otra taza y otra libreta? ¿para qué quieres más?


Y vosotros, ¿tenéis alguna obsesión? 









Mucho ánimo y suerte a todos!

Gracias por leerme!

Un beso!

María :) 

viernes, 18 de marzo de 2016

En momentos de bajón

¡Hola a todos!

Antes que nada, quisiera dar la enhorabuena a todos los compañeros que habéis pasado el test. A todos los técnicos de hacienda que pasáis al último examen y en general a todos los que cada día os levantáis con las ganas y la ilusión de seguir luchando para cumplir vuestro sueño.

Por ello, hoy os traigo una entrada cargada de motivación. He hecho una selección de imágenes con frases motivadoras que a mí me ayudan en los momentos de bajón (porque todos los tenemos) y que espero que a vosotros también os ayude, sobre todo, a los que ahora lo veis todo negro. 

Estas son las frases que a mi me ayudan. Espero que os guste.


 

 

 

 

 


 



Todas las imágenes son de Google






Mucho ánimo a todos!

Gracias por leerme!

Un beso!

María :) 

miércoles, 16 de marzo de 2016

¿Y si no apruebo?

¡Hola a todos!

Hoy quería compartir con vosotros el que para mí es y ha sido uno de los mayores miedos de la oposición y posiblemente el de todo opositor. Me refiero al qué pasa si no apruebo. Pero no al suspenso en sí, sino a todo lo que eso conlleva.

En mi caso, a pesar de haber cantado la hora entera ante el tribunal el día de mi examen, cuando salí de la sala yo ya sabía que no había aprobado porque sabía que el último tema no me había salido como tocaba (todos sabemos cómo son nuestros temas y si están bien hechos o no), pero aún así una parte de mí mantenía la esperanza de rascar el aprobado.

Cuando acabó la jornada y supe oficialmente que no había aprobado, el mundo se me vino encima. A pesar de ser  la primera vez que me presentaba, el hecho de ir a examen con todo el temario, suponía que no iba solo a probar sino a aprobar.

Como decía, en ese momento en el que no dijeron mi nombre y supe que no pasaba al segundo ejercicio sentí una presión muy fuerte en el pecho, me faltaba el aire, todo el esfuerzo de las semanas, los meses previos, se habían ido al traste. Tenía rabia, estaba enfadada, triste y decepcionada conmigo misma. Pero sobre todo, lo que más temía era haber “fallado” a los demás, a mi familia y a mi preparador.

De vuelta a casa, en el avión, justo antes de despegar, después de haber hablado con mi preparador, le mandé un mensaje que decía “SOY UN FRACASO”. Así es como yo me sentía. Sentía que había fracaso. Sentía que los demás esperaban mucho más de mí y yo no había sido capaz de cumplir esas expectativas. Para mí fue lo peor del no apto.

Cuando mi preparador leyó mi mensaje, enseguida me contestó diciéndome que estaba prohibido que me sintiera así, que me quitara esa idea de la cabeza porque había hecho un gran trabajo. Pero yo no lo creía. Si hubiera hecho un gran trabajo, la situación sería diferente.

Con el paso de los días, esa mala sensación conmigo misma fue desapareciendo muy lentamente. Como me dijo mi preparador, con el paso de los días vería las cosas de manera diferente y me daría cuenta de lo conseguido, ser la primera vez que me presentaba y cantar la hora entera, sin retirarme. De algo tenía que estar orgullosa. A día de hoy todavía me cuesta verlo así.

Como decía antes, mi miedo era haber fallado a los demás. Tanto mi familia como mi preparador estaban convencidos que saldría bien, tenía que salir bien. Mi madre me acompañó al examen, hizo pasillo conmigo y pudo ver y vivir lo que se pasa y se siente allí dentro. De vuelta a casa le dije que lo dejaba, estaba tan enfadada que no quería saber nada de la oposición y ella fue la primera que me dijo que ni se me ocurriera dejarlo, que había sido muy valiente al hacer lo que había hecho y que estaba muy orgullosa de mí, que ella eso de meterse en una sala y enfrentarse a un tribunal no lo habría hecho jamás y que tenía que seguir peleando por lo que quería, si esta vez no había podido ser, lo sería la siguiente.

Con mi preparador me pasó algo parecido. Él era el que más confiaba en mí y no había conseguido estar a la altura. Me costó mucho entrar en la Notaría el primer día que nos vimos después del examen. Qué le iba a decir, con qué cara le iba a mirar cuando yo sólo sentía que no había cumplido las expectativas.

Nueves meses después aquí estoy, dándome una nueva oportunidad, diciéndome cada día que aquello que pasó ha sido una experiencia, una experiencia de vida que me ha demostrado hasta dónde puedo llegar, he aprendido de mis errores y estoy intentando no volver a cometerlos. Sé cuáles son mis puntos fuertes y mis puntos débiles y tengo que jugar con eso.

En mi caso decidí seguir y continuar luchando por mi sueño. Pero si no hubiera decidido continuar, la vida sigue y si este no es el camino lo será otro.

Desde aquí os digo que no os preocupéis o agobiéis por lo que vuestro entorno pueda esperar de vosotros. Las explicaciones del por qué no ha podido ser es a vosotros mismos y no a los demás. Lo que he aprendido es que hay que tener la conciencia tranquila de que se ha hecho todo lo que se tenía que hacer, y yo ahora, visto con el tiempo y desde otra perspectiva la tengo, y si se han cometido errores, aprender de ellos.

Mucho ánimo a todos, el camino es duro pero no imposible.

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

sábado, 12 de marzo de 2016

Suerte!

¡Hola a todos!

Con la entrada de hoy simplemente quería desearos suerte. Suerte a todos los compañeros que os examináis este fin de semana y a partir del lunes y suerte a mis chicas.

Suerte a los de gestión que se examinan hoy, suerte a los de judicaturas que se examinan mañana y suerte a los de registros que los orales empiezan el lunes.

Puedo imaginar los nervios, el estrés y a la vez, las ganas de hacer el examen que tenéis para así poner punto y final al ritmo de estas últimas semanas. Sé que es difícil de hacer pero fácil de decir, intentad estar lo más tranquilos que podáis. Cuanto más tranquilos estéis, la mente más despejada estará para ver las preguntas con claridad y acordaros de todo lo estudiado.

Antes de empezar a contestar las preguntas o de comenzar la exposición del tema, respirad hondo y demostrad todo lo que valéis. Habéis estudiado, y mucho durante todos estos meses. El esfuerzo de todo este tiempo tendrá una recompensa muy pronto. Habéis hecho un buen trabajo durante todo este tiempo.

Como digo, habéis estudiado mucho, así que confiad en vosotros. Sabéis mucho más de lo que imagináis, y en cuanto tengáis el test delante o veais las bolas de los temas, todo lo estudiado empezará a salir. 

Sois unos luchadores y unos campeones por haber llegado hasta aquí. ¡¡¡Muchísima suerte a todos!!!

Un beso!

María :) 


Imagen: Google


miércoles, 9 de marzo de 2016

Organización pre-examen. Los días previos

¡Hola a todos!

Muchos de vosotros estáis a menos de una semana para el examen, ya sea el test u oral. Eso hace que el nivel de nervios haya aumentado considerablemente en los últimos días y con ello el querer estudiar y repasar cuanto más mejor.

Como siempre, os cuento mi experiencia, qué hice y qué fue lo que me pasó. En mi caso, al no haber examen tipo test, sino que los dos primeros son orales y lo más importante para el tribunal es la literalidad, me pasé hasta el mismo día de mi examen repasando.

El trabajo ya estaba hecho. Los temas ya tenían que estar estudiados después de tantos meses, sin embargo, al ser tan importante la literalidad y haber temas tan pesados como las siempre queridas servidumbres, la tutela, el contrato de depósito, etc suele ser recomendación de los preparadores repasar esos temas el día antes del examen o incluso la misma mañana (los orales en esta oposición suelen ser por la tarde) y tener frescos los artículos y en el caso de que sean los temas que nos toquen, fallar lo menos posible en la literalidad.

Pues eso es lo que hice los últimos días antes del examen. A pesar de no saber muy bien cuándo me iba a tocar, porque como sabéis, convocan de un día para otro, la última semana, estuve repasando los temas de más artículos, los que me costaban más, los que sólo había derecho positivo.

Durante la última semana, no es que me lo tomara a la ligera, ni mucho menos, pero sí es verdad que no estaba hasta las tantas estudiando. Como digo, el trabajo ya estaba hecho. Tenía la sensación de que cuánto más estudiaba, más me costaba recordar el tema, tenía la sensación de no saberme nada.

Se lo comenté al preparador y me dijo que no forzara la máquina. Que repasara aquellos temas que yo veía peores, pero sin forzar. Que no intentara meter todo el temario del primer ejercicio en un día. Aunque tuviese la sensación de estar a cero, era consecuencia de los nervios, la presión y por qué no, las ganas de pasar el examen y que se acabara esa situación de estrés, pero que los temas saldrían como cuando buscas un archivo en el ordenador. Yo no le creía mucho, pero fue así. En cuanto abrí la boca, los temas salieron solos. Pero eso ya os lo contaré otro día.

Con esto, lo que quiero decir, y siempre bajo la supervisión y recomendación de vuestro preparador, es que no os obsesionéis estos últimos días con los temas. Evidentemente, todo lo que podáis hacer estos días es un plus de cara al examen. Repasad aquello que más os cueste, aquello en lo que sabéis que podéis fallar. El trabajo ya está hecho, lo habéis estado haciendo durante todos estos meses anteriores.

Mucho ánimo a todos! Dentro de nada esto habrá acabado y podréis descansar unos días, que bien os lo tenéis merecido.

Gracias por leerme!

Un beso!


María :) 

jueves, 3 de marzo de 2016

Adaptarse a los cambios

¡Hola a todos!

Los opositores estamos hechos de otra pasta. Esta es la conclusión a la que llego después de analizar mis años de oposición, pero sobre todo, los últimos meses desde mi vuelta al estudio después de mi gran “éxito” en el examen.

No sabía muy bien cómo empezar esta entrada y creo que lo mejor es empezar por el final, por la reflexión. Y ahora mismo os cuento el por qué aunque por el título ya podéis intuir por dónde van los tiros.

No tengo muy claro si estamos hechos de otra pasta porque la oposición nos hace así, nos hace más fuertes, capaces de aguantar lo que se nos eche encima, o más bien, somos una variedad del ser humano que ya nace así, como algo genético que nos condiciona de cierta manera para elegir este camino y ser “sufridores”, aguantar los cambios y aceptarlos. Al fin y al cabo no nos queda otra.

Quizás pueda sonar algo exagerado, y realmente lo sea, pero echando la vista atrás de los últimos meses, me he dado cuenta de todo lo que hemos tenido que ir cambiando. Y no me refiero a nuestra forma de ser o a nuestro carácter. Ahora podemos ser más pacientes, más conformistas, valoramos más los pequeños detalles, sino también al trabajazo, y además a contrarreloj, para ir adaptando cada uno de los temas a todas y cada una de las reformas que se han venido sucediendo en los últimos meses.

Es cierto que todos hemos temido y tememos (ahora mucho menos) cada mañana abrir el BOE, es cierto que todos nos hemos quejado al ver que había una ley nueva que modificaba una ya modificada, pero aún así, hemos seguido al pie del cañón, actualizando los temas (con el tiempo que se pierde con eso, por dios bendito) y estudiando al mismo nivel de siempre. 

En mi caso, durante mis casi dos meses de vacaciones, no miré ni un solo día el BOE, ni siquiera me preocupé por saber si había algo nuevo o no. No quería saber nada de la oposición, quería desconectar de verdad. Pero al volver al estudio y mirar el BOE de todos eso días casi me da algo. Cogí papel y boli y empecé a escribir todas las nuevas leyes y reformas que se habían publicado durante mi ausencia y a lo tonto a lo tonto llené dos folios.

Después de “asumir” y ser más o menos consciente del trabajo que tenía por delante a causa de esta diarrea legislativa e ir anotando con post-it las reformas en cada tema, a la semana de volver al estudio… BINGO!!, ¡PROGRAMA NUEVO!

Sí, sí, programa nuevo. No ha habido tema que se haya salvado. Si no es porque cambia el orden de las preguntas es porque se quitan unas o se ponen otras nuevas. Lo más divertido son los dos temas antiguos que quedan refundidos en uno sólo (y de estos hay varios). Muy bonito todo. Los temas, mis temas, a tomar viento.

El día que empecé a opositar algo dentro de mí me dijo que los pasara a ordenador, que si pasaba algo, si me los robaban (quién va a robar más de 300 temas, no sé en qué momento lo pensé) o si los perdía, sólo tenía que darle al botón de imprimir. Sabía que era mucho trabajo, pero al final era lo más cómodo. Y qué bien lo hice.  De esta manera sólo he tenido que cortar de aquí y de allá, pegar en un nuevo documento en blanco, meter las reformas, cambiar el número del tema y et voilat, temas nuevos adaptados al nuevo programa.

Ha sido así de “fácil” en civil. Donde más reformas ha habido y más complicado está siendo la adaptación es en mercantil e hipotecario. No hay material para sacar lo nuevo y las academias van haciendo pero muy poco a poco.

Me encuentro en más de la mitad de la segunda vuelta de civil. Cuando la acabe (más o menos a finales de mes) me tocará meterme de lleno en las reformas del segundo ejercicio que son mercantil e hipotecario y ya me estoy preparando y mentalizando para ello. Sé que serán unos meses duros, con días de desesperación por no encontrar lo que busco, pero también sé que estos sí serán mis temas, los que me habré currado yo y quizás tenga más facilidad para memorizarlos.

Por muy duro que se haga el camino, por muchas dificultades y obstáculos que encontremos en él, por muchas reformas, cambios de programa y demás que nos pongan, siempre seguimos adelante, avanzando con todos esos lastres. Y es esa fuerza la que nos hace estar hechos de otra pasta.

Mucho ánimo a todos y en especial a los que estáis muy próximos a examinaros. Que no haya reforma que pueda con vosotros, sois unos valientes!

Gracias por leerme!

Un beso!


María! :)