¡Lo prometido es deuda! Después de muchos meses sin
publicar, fuera de las redes y tras muchos emails preguntándome si estaba bien,
he decidido retomar en la medida de lo posible el blog. No sé con qué
frecuencia iré actualizando, pero sí que intentaré que no pase tanto tiempo
entre entrada y entrada.
El blog me ha dado muchas cosas buenas y me ha
ayudado mucho en el día a día, ha supuesto una vía de escape, una manera de
contar cómo me sentía y todos habéis sido partícipes de ello y por eso también
quiero que seáis partícipes de los cambios que ha habido.
Después de varios acontecimientos que han sucedido
necesitaba desconectar para retomarlo con más fuerza. Como se dice, a veces es
necesario dar un paso atrás para coger más impulso.
Estos meses he descansado, mucho, y lo necesitaba. Los
que me venís siguiendo desde el principio sabéis que siempre he dicho que en la
oposición, si bien es un camino largo y difícil, tenemos que intentar hacerlo
lo más llevadero posible porque nadie nos obliga a seguir en él. Siempre he
dicho que si no estabais contentos con el preparador, buscarais a otro que os
diera más confianza, con el que sintierais que podíais avanzar y conseguir el
objetivo.
Y eso precisamente es lo que he hecho yo. Tras
varios años con el mismo preparador, después de pensármelo muy mucho, si seguir
estudiando o dejarlo, si darme más oportunidades o decir hasta aquí y empezar
una nueva vida, si seguir con el mismo preparador o buscar algo diferente. Finalmente
decidí cambiar de preparador y ver y probar qué había más allá de lo que yo conocía
y estaba acostumbrada.
Contacté con la que ahora es mi preparadora, le
conté lo que me había pasado, cuál era mi situación y me dijo que ella no tenía
ningún inconveniente en prepararme pero que íbamos a cambiar la metodología. Me
pasó material nuevo, temas nuevos, y qué diferencia con lo que yo tenía. Comparando
los temas, los míos eran muy simples.
Ahora no solamente llevo el primer ejercicio
(prácticamente lo estoy estudiando de nuevo visto lo visto) sino que también
estoy haciendo el segundo, algo que era impensable anteriormente. Y el hecho de
llevarlo me da más seguridad de cara al futuro.
Aunque no lo parezca, estos pequeños cambios hacen
que nos tomemos el estudio de una manera o de otra. Hay que visualizar la meta
y buscar los medios para conseguirlo. Estar animado y con ganas de seguir
porque como siempre digo, al final, los que estamos al pie del cañón día tras día
somos nosotros y sin ganas, sin motivación, es muy difícil. ¡Mucho ánimo a
todos!
Muchas gracias por leerme!
Un beso!
María :)